La verdad es que la parte de los preparativos es una de mis momentos favoritos al hacer un reportaje de boda. Aunque los nervios ya están a flor de piel, se consigue una conexión muy divertida que luego se aprecia en el resultado, esto mismo es lo que sucedió con Nacho y Regina, y aunque aquí sólo se presente una pequeña muestra, os aseguro que dieron mucho juego.
En este caso los preparativos fueron en el Hotel Mencey de Santa Cruz, la ceremonia en la Iglesia de San Francisco y la celebración posterior en la Finca la Gañanía.
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